Esta vez no tengo demasiadas fotos debido a que me encontraba en Tsukuba y no hice nada en particular.
Lo que hice en fin de año fue ir al karaoke con unas amigas, pero no había un alma por la zona.
La mayoría o se había vuelto a casa en el caso de las japoneses, o se había ido de viaje. Los que se quedaron por la zona, optaron en su mayoría en ir a Tokyo, bien a la Torre de Tokyo o al nuevo Skylight... yendo al día siguiente a el palacio del emperador. Yo no fui porque, si ya hay bastante gente en días normales, en fin de año debe de ser agobiante, y no me gustan las multitudes.
Eso en la cuenta atrás de fin de año, pero los japoneses, si bien no tienen navidades, sí tienen celebración de fin de año, que antiguamente era en primavera, pero se adaptaron al calendario europeo.
Esta celebración, al igual que las navidades en familias de tradición cristiana, es una fiesta de reunión familiar. Se reúnen para comer y el plato principal es osechi:
El tamaño, cantidad e ingredientes o componentes depende del nivel económico/adquisitivo de la familia este es un ejemplo medio. Lo ponen en el centro de la mesa y cogen de todo un poco según les apetezca.
Además de la comida, tienen una serie de decoraciones típicas de la época, de las cuales algunas tenéis fotos en la entrada de ayer, sin embargo, en los comercios también es común observar este otro adorno llamado kadomatsu:
Son bambúes atados con otras ramas de árboles. Lo utilizan para atraer el dinero y la buena suerte.
Qué más... También es muy típico mandar postales de año nuevo, en estas suele aparecer el animal del año del zodiaco que toca, siendo este 2013 el año de la serpiente.
Otra curiosidad, el zodiaco tiene 12 animales, pues bien, en Japón, si no quieres decir con exactitud tu edad dices que eres del año del animal que naciste. Por ejemplo, yo nací en el año del cordero (1991) que toca dentro de dos años y como soy joven pues como que se sabe seguro que en dos años tendré 24, y no 12 o 36, pero con la gente más mayor (y más en el caso asiático) puede ser bastante lioso.
Otro dato, no hay navidad, pero eso no significa que se queden sin regalos o, en este caso dinero. Hay los otoshidama. Estos son unos sobres con dinero que los mayores dan a los niños (o no tan niños).
Y justo después de año nuevo coincide con las superrebajas japonesas de año nuevo (para gastarse lo recibido vamos). De estas hablaré en el siguiente post/entrada.
Y hasta aquí por hoy, que tengo que estudiar (un propósito de año, no os preocupéis, ya lo dejaré en breves ;P).
¡Nos leemos!
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